MASCULINIDADES BIOTRANSCENDENTE

MASCULINIDADES BIOTRANSCENDENTE
Varones en la prevención de la violencia de género. Hombres Renunciando a su Violencia Resinificar la identidad masculina, es cómo nos salimos los hombres de esta trampa que hemos construido.

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miércoles, 16 de mayo de 2012

PROPÓSITOS de VIDA

El ser consciente, desea que descubras la vida que ha sido creada, para que vivas aquí en la tierra, y siempre llevar a cabo una estrategia de vida.

En nuestra vida debemos buscar y encontrar la razón de nuestra jornada de despertar de conciencia. El verdadero desarrollo ser espiritual surge de una búsqueda interna. La madurez se alcanza a través de las relaciones y la vida en comunidad.

Conocer nuestro propósito en el ser Consiente, nos da esperanza, fortaleza y felicidad.

¿Para qué estoy aquí en la tierra? 



TODO COMIENZA CON UN DESPERTAR DE CONCIENCIA

Para encontrar mi propósito en la vida debo enfocarme en mí SER, búsqueda en mí mismo, parte de mi necesidad de auto valorarme.

El ser es el punto de partida, el despertar de la conciencia, el sentido de vida, nuestro origen, identidad, propósito, significado y destino.

La vida consiste en permitir que el despertar de conciencia, te abra los ojos del entendimiento para no caer en el sin sentido, la incoherencia, y la manipulación.

El tener éxito en la vida, o el alcanzar las metas  garantiza que hayamos cumplido una etapa del propósito y este es: el llegar a ser aquello para lo que se formado. Esto nos dará un sentido para nuestra vida. todos somos parte del propósito universal.

NO ERES UN ACCIDENTE

No eres un accidente de la casualidad, fuimos diseñados para una misión, también se dispuso todos los talentos naturales que poseemos y la singularidad de nuestra personalidad.

Nada en nuestra vida es arbitrario, todo tiene un propósito. El hombre sin propósito es como un barco sin timón, un soplo, nada, nadie.

Fuimos creados como un objeto muy especial de amor y servicio.


¿QUÉ GUÍA TU VIDA?

Cuáles son tus motivaciones

Todos tenemos algo que guía nuestras vidas, y este “algo” incluye tanto cosas buenas como malas, puede ser un problema, un temor o quizás tú fe. Lo cierto es que hay cientos de circunstancias, razones y sentimientos que guían nuestras vidas.

A muchos los guía la culpa, se pasan la vida huyendo de sus errores y ocultando su vergüenza. Quienes cargan culpas son controlados por sus recuerdos. Permiten que su futuro sea controlado por su pasado. Sin darse cuenta se castigan a sí mismos, saboteando sus propios logros. Cuando nos guía la culpa somos fugitivos errantes sin propósito alguno. Si bien es cierto que somos el resultado de nuestro pasado, no tenemos que ser prisioneros del mismo.

A muchos los guía la ira y el resentimiento, se aferran a heridas que nunca lograron superar. Viven entre la prisión del resentimiento y el estallido de la ira, en vez de perdonar y liberarse, perpetuando el dolor y el daño, alimentando la amargura, haciéndose daño sólo a sí mismos, buscando su propia destrucción y muerte.

A muchos los guía el temor, no importa de dónde provenga el temor, esto nos hace perder las oportunidades de la vida, queremos mantenernos en lo seguro y jamás aventurarnos a emprender cosas nuevas. El temor es una cárcel que construimos nosotros mismos, y que nos impide cumplir con el propósito de dios para nosotros. Podemos encontrar la solución a ello en la fe y el amor.

A muchos los guía el materialismo, el adquirir siempre más es la meta principal de sus vidas. Viven con el concepto equivocado de que tener más es ser feliz y estar seguros.

Pero la verdad es que ello sólo da una felicidad temporal, nos aburrimos pronto de lo que tenemos y siempre queremos más y más. Confundimos lo que valemos como personas, con lo que valemos por lo que tenemos, pero la realidad es que todo lo que poseemos, lo podemos perder por circunstancias fuera de nuestro control.

A muchos los guía la necesidad de ser aceptados, buscan sólo complacer a los demás, están atados al “qué dirán”, buscando seguir las pautas del sistema consumista  en el cual se pierden. Buscando agradar a todos encuentran su propio fracaso y pierden los propósitos para sus vidas.

Todo lo que guíe nuestras vidas fuera de la verdad, lo honesto, lo puro, lo justo termina en un callejón sin salida.

Sin un propósito la vida es una marcha sin sentido, un movimiento sin dirección, y sucesos sin motivos. La vida sin propósito es trivial, insignificante e inútil.

Hay beneficios en una vida con propósitos. Conocer tu propósito da sentido a tu vida.

Fuimos creados para tener significado. Cuando la vida tiene sentido puedes soportar cualquier cosa, cuando no lo tiene resulta insoportable. La falta de propósito es querer llegar a ser algo, pero no saber que es. La vida sin sentido no tiene significado ni esperanza, de allí sabemos que la tragedia más terrible no es morir, sino vivir sin propósito.

La esperanza es tan esencial para nuestra vida como el aire y el agua. Necesitamos tener esperanzas para poder salir adelante, de allí vemos que el tener esperanza es el resultado de tener un propósito.

Conocer tu propósito simplifica tu vida, y se convierte en el patrón para evaluar quejosas son esenciales y cuales no. Sin un propósito definido no tenemos fundamento alguno en que basar nuestras decisiones, distribuir el tiempo y nuestros recursos. Sin propósito nuestras decisiones se basan en las circunstancias del momento. Al no entender nuestro propósito nos sobrecargamos llenándonos de estrés, cansancio y conflicto. Vivir con propósito nos lleva a un estilo de vida más sencillo, y a un plan de actividades más saludable, que nos llevan a tener tranquilidad.

Conocer tu propósito te hace enfocar tu vida, dirigir el esfuerzo y la energía hacia lo importante, y te convierte en una persona efectiva. Sin un propósito claro no tendremos una dirección fija, y perdemos el tiempo en distracciones sin propósito, llenos de dudas y de actividades no importantes.

Conocer tu propósito estimula tu vida, te llena de entusiasmo y de ímpetu. Por el contrario la falta de propósito te roba el gozo, el entusiasmo y las fuerzas. El ser usados para un propósito nos permite encontrar la verdadera felicidad de la vida.

LA VIDA DESDE LA PERSPECTIVA DEL SER CONSCIENTE

¿Qué es tu vida?: No vemos las cosas como son, las vemos de acuerdo con nuestro modo de ser.

La manera en que ves tu vida forma tu vida. La manera en que defines tu vida determina tu destino. Tu manera de ver las cosas influirá en cómo empleas tu tiempo, tu dinero, tus talentos y cómo valoras tus relaciones. Todos tiene su propia manera de ver la vida, tiene su propia descripción de cómo funciona y que esperan de la vida. Tu perspectiva de la vida determina tus expectativas, tus valores, tus relaciones, tus metas y tus prioridades. Ahora es muy posible que bases tu vida en una imagen errónea.

LA VIDA ES UNA ASIGNACIÓN TEMPORAL

No vamos a estar aquí por mucho tiempo. La tierra no es tu hogar permanente, estamos aquí de paso, tu vida en la tierra no es toda la historia de tu experiencia.

PLANEADO PARA SER AGRADABLES

 ¿Qué  nos hace sonreír?

Hacer sonreír debe ser la meta de nuestra vida. Tenemos que descubrir como agradar, como complacer, amar por encima de nuestros egoísmos.

Hagámonos los mejores amigos.

¡Anhela ser amigo! Simplemente una relación sencilla y cariñosa, como llegar a ser el mejor amigo, se cultiva cuando compartimos todas nuestras vivencias, mantener una conversación continua, pasar tiempo, acompañarnos y ser conscientes de la presencia del otro. En la actualidad a veces sentimos que tenemos que distanciarnos de nuestra rutina diaria para poder hacer amigos. Busca un lugar donde puedas estar más cerca de de tus amigos, amar es entrar a conocer profundamente a tus amigos. Desarrolla tu amistad.

Acérquense.

Lo que más importa.

No importa lo que diga, lo que crea o haga, sin amor estoy en quiebra.

La vida consiste en amar.

Aprender a amar desinteresadamente es una tarea de toda la vida.

El amor no puede aprenderse en aislamiento, necesitamos de los demás tal cual son.

El mejor uso de la vida es amar: El amor debe ser tu prioridad, tu objetivo y tu mayor ambición. El amor es la parte más importante de tu vida, las relaciones tiene prioridad sobre todo lo demás. La vida sin amor no tiene sentido.

Lo esencial de la vida consiste en nuestras relaciones con los demás, nosotros creemos que las relaciones son apenas una parte de nuestra vida.

Las ocupaciones compiten con las relaciones, nos preocupamos del trabajo, del dinero, de las metas y nos olvidamos que el sentido de la vida es aprender a amar.

Un lugar un espacio de reflexión donde pertenecer.

Eres llamado a pertenecer, no sólo a creer. Si no a vivir en comunidad, estamos conectados con todos los demás. Cada uno de nosotros encontraremos nuestro sentido y función como parte de una sociedad.

El aislamiento genera engaño: Es fácil engañarse creyendo que somos maduros si no nos comprometemos con otros. La verdadera madurez se demuestra en las relaciones. Para crecer necesitamos de los demás. Creceremos más rápido y seremos más fuertes si aprendemos de los demás y asumimos nuestra responsabilidad.

Viviendo la vida juntos.

El significado de la vida es compartir.

Experimentemos la vida juntos.  Es decir que vivamos en comunión unos con otros, esto es,  experimentar la vida juntos. Consiste en amar desinteresadamente, compartir con corazón sincero, servir en la práctica, hacer sacrificios, consolar y solidarizarse con los que sufren, etc.

En la comunión verdadera experimentamos autenticidad, porque la comunión autentica no es superficial. Consiste en la expresión genuina, de corazón a corazón, desde lo más íntimo de nuestro ser.  El verdadero compañerismo ocurre cuando la gente es honesta con lo que es ser transparente en la vida.

La oscuridad sirve para esconder nuestros dolores, culpas, temores, fracasos y fallas. Pero al sacarlas a la luz, las ponemos a la vista y admitimos quienes somos en realidad, esto implica valor y humildad, y esta es la única manera de crecer espiritualmente y conservar nuestra salud emocional. Sólo podemos crecer si nos arriesgamos, y no hay riesgo mayor que ser sinceros con nosotros mismos y con otros.

En la comunión verdadera experimentamos reciprocidad: La reciprocidad es el arte de dar y de recibir y depende de cada uno de nosotros. La reciprocidad es el corazón de la comunión, la construcción de relaciones recíprocas, de compartir responsabilidades y de ayudarse unos a otros, animarnos, servirnos y honrarnos mutuamente.

En la comunión verdadera experimentamos compasión: La compasión es comprender y compartir el dolor de los demás. La compasión es entender lo que el otro está pasando y siente.

En la comunión verdadera experimentamos misericordia: La comunión es un lugar de gracia, donde se resuelven los errores. La comunión se genera cuando la misericordia triunfa sobre la justicia. Todos necesitamos de misericordia porque todos tropezamos y caemos y necesitamos a alguien que nos ayude a ponernos de pie y en camino. No es posible tener comunión sin perdón, porque la amargura y el resentimiento destruyen la comunión. De una manera u otra, requiere cantidades enormes de misericordia y gracia, crear y sostener la comunión.

Cultivar la vida en comunidad.

Cultivar la vida en comunidad requiere humildad: Nada destruye la comunión tan rápido como la arrogancia, la autocomplacencia y el orgullo. El orgullo erige murallas entre las personas; la humildad construye puentes.

Podemos desarrollar la humildad reconociendo nuestras debilidades, siendo tolerantes con las debilidades de otros, estando dispuestos a ser corregidos y destacando lo que hacen los demás.

Cultivar la vida en comunidad requiere amabilidad: La cortesía o amabilidad consiste en respetar nuestras diferencias, tener consideración por los sentimientos de otras personas y ser tolerantes con los que nos molestan.

Otro aspecto de la amabilidad consiste en no subestimar las dudas ajenas. La comunidad verdadera se produce cuando la gente se siente suficientemente segura para poder expresar sus dudas y temores, con la certeza de que no la juzgarán.

Cultivar la vida en comunidad requiere confidencialidad: Para que las personas sean sinceras y expresen su más profundas penas, necesidades y errores, se requiere una condición: una atmósfera segura que las haga sentirse calidamente aceptadas y donde puedan desahogarse con confianza. La confidencialidad significa que lo que se expresa dentro del grupo no sale afuera de él, y nadie saldrá a contar chismes. Los chismes provocan sufrimiento y división y destruyen la comunión. Lo importante es saber que el compañerismo de la iglesia es más importante que cualquier individualidad.

Cultivar la vida en comunidad requiere contacto frecuente: Debes tener contacto frecuente y regular para construir una comunión genuina. Para cultivar una relación se requiere tiempo. Debemos desarrollar el hábito de reunirnos. Un hábito es algo que hacemos con frecuencia y regularidad, no ocasionalmente. Debemos pasar mucho tiempo juntos para construir relaciones sólidas, La comunidad es necesaria para la salud espiritual. Para tener comunión debes invertir tiempo.

La comunidad genuina es poco corriente, porque consiste en renunciar a nuestro egocentrismo e independencia, para transformarnos en independientes. La comunión vista así implica expresar nuestros verdaderos sentimientos con autenticidad. Animarnos unos a otros en reciprocidad. Apoyarnos unos a otros con compasión. Perdonarnos unos a otros en misericordia. Hablar la verdad en amor con sinceridad. Reconocer nuestras debilidades en humildad. Respetar nuestras diferencias en amabilidad. En resumen: no cultivaremos el chisme dentro de la confidencialidad, y haremos de la reunión en grupo una prioridad.

Muchos conflictos se originan en necesidades insatisfechas.

Toma la iniciativa siempre,

Se comprensivo: Usa tus oídos más que tu boca. Antes de intentar resolver un desacuerdo, escucha atentamente los sentimientos de la otra persona. Enfócate en los sentimientos, no en los hechos. Comienza con la compasión, no con las soluciones. Escucha y permite que se desahoguen emocionalmente. Los sentimientos no siempre son infalibles o lógicos. Por el contrario, el resentimiento hace que pensemos o que hagamos tonterías. La sabiduría produce paciencia y se adquiere escuchando otras perspectivas. Para restaurar el compañerismo debemos agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo. Aguantar con paciencia el enojo de los demás es un sacrificio.

Ataca al problema no a la persona: No es posible arreglar el problema si sólo te interesa encontrar quien tuvo la culpa. Si estás enojado nunca lograras persuadir a la otra persona. Una respuesta amable es siempre mejor que el sarcasmo. La manera en que se dicen las cosas es tan importante como lo que se dice. Ser fastidiosos nunca sirve. No podemos ser convincentes cuando somos ásperos. Es necesario destruir nuestras armas relacionales: la desaprobación, el menosprecio, las comparaciones, las etiquetas, los insultos, la condescendencia y el sarcasmo.

Niégate a escuchar chismes: Chismear es divulgar una información cuando uno no es parte del problema ni de la solución. Escuchar los chismes es como aceptar algo robado, y te convierte también en culpable del delito. Las personas que te cuentan chismes también rumorean acerca de ti. No se puede confiar en ellas. Es triste que en el rebaño de Dios, las heridas más grandes generalmente vienes de las otras ovejas y no de los lobos. La forma de terminar con los conflictos es enfrentar a los que están difundiendo los rumores.

Como crecemos.

Debes desear crecer, decidir crecer, hacer un esfuerzo por crecer y persistir en el crecimiento. Lo único que se necesita para empezar: es decidirte.

Nada le da más forma a tu vida que los compromisos que asumas.

Cambia tu piloto automático: Para cambiar tu vida debes cambiar tu manera de pensar. Detrás de todo lo que haces hay pensamientos. Toda conducta es motivada por una creencia y toda acción es incitada por una actitud.

Ahora hay dos maneras para cambiar, una es a pura fuerza de voluntad, lo que implica una resistencia interna constante. Si, tu fuerza de voluntad puede producir un cambio a corto plazo, pero crea una tensión interior continua, porque no has tratado la causa de raíz. El cambio no se siente como algo natural, así que finalmente te rendirás, abandonarás y rápidamente volverás a tus viejos patrones.

La mejor y más fácil cambia tu piloto automático: tu manera de pensar. El primer paso en el crecimiento espiritual es empezar por cambiar la manera de pensar. El cambio siempre comienza en la mente. La manera en que pienses determinará como te sientes, y como te sientes influirá en cómo actúas.

No hay atajos en el camino hacia la madurez. Convertirnos en adultos requiere años, y toda una estación para que el fruto crezca y madure.

Tenemos mucho que desaprender: Dado que la mayoría de nuestros problemas, y de todas nuestras malas costumbres, no se desarrollaron de la noche a la mañana, es poco realista esperar que se marchen de inmediato. Deshacer el daño provocado en muchos años, requiere arduo trabajo de eliminación y sustitución. Al convertirte se te dio una nueva naturaleza, pero todavía tienes viejos hábitos y prácticas que necesitan ser eliminados y reemplazados.

Tememos enfrentar con humildad la verdad acerca de nosotros mismos: La verdad nos hace libres, pero inicialmente nos hace sentir infelices. El temor a descubrir nuestra verdad nos mantiene presos en la negación.

A menudo el crecimiento es doloroso y nos asusta: No hay crecimiento sin cambio, no hay cambio sin temor o pérdida, y no hay pérdida sin dolor. Todo cambio involucra alguna clase de pérdida. Tenemos miedo de estás pérdidas.

Desarrollar hábitos lleva tiempo: Tu carácter es la suma de todos tus hábitos. No hay hábitos instantáneos. Si practicas algo durante un tiempo, te perfeccionas en eso. Los hábitos que edifican el carácter se llaman disciplinas espirituales. La repetición es la madre de del carácter y la habilidad.

Acepta tu asignación.

Fuiste puesto en la tierra para aportar algo.  No fuiste creado sólo para consumir sus recursos y ocupar espacio.

Fuiste creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela.

Formado para servir.

Entiende tu forma.

Sólo tú puedes ser tú. Nadie tiene la misma mezcla que te hacen único.

FORMA: Recursos para usar.  Tus recursos son los talentos naturales con los que naciste. Cada quien tiene su propio recurso especial.

No sirve la excusa de no tener ningún recurso. Todos tenemos docenas y hasta cientos de habilidades no explotadas, no reconocidas y sin uso; habilidades inactivas dejadas de lado. Eres un increíble legajo de habilidades, una maravillosa creación.

FORMA: Antecedentes (sirven para algo). Tú has sido formado por tus antecedentes en la vida, tus experiencias, la mayoría de las cuales estuvieron fuera de tu control.

Hecho para una misión
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1 comentario:

  1. Los hombres buscan y huyen de muchas cosas, y no entienden que, tanto lo que buscan fuera como aquello de lo que huyen, está dentro. Cámbiate a ti mismo. Cuando cambies, las personas cambiarán. El problema no está del todo en ellas, sino en la forma en que interaccionas con ellas. Sólo el día en que no nos importe lo que piensen de nosotros las personas, comenzaremos a saber amarlas como son y darles la respuesta adecuada. El día en que cambies, cambiarán todas las personas para ti, y cambiará tu presente. Entonces vivirás en un mundo de amor.

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