MASCULINIDADES BIOTRANSCENDENTE

MASCULINIDADES BIOTRANSCENDENTE
Varones en la prevención de la violencia de género. Hombres Renunciando a su Violencia Resinificar la identidad masculina, es cómo nos salimos los hombres de esta trampa que hemos construido.

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miércoles, 23 de mayo de 2012

“SE TU PALABRA”

Es posible si dos se ponen en común acuerdo harán que los cambios ocurran, ponte de acuerdo contigo mismo para cambiar algunos sucesos, conductas y comportamientos que van en contra de la vida, el amor, la paz.  La impecabilidad de tus palabras te llevará a la libertad personal, al éxito y a la abundancia; hará que el miedo desaparezca y lo transformará en amor y alegría.

Adiestra la palabra;
cuida el Verbo,
decreta tu deseo,
intenciona tú querer.

Empodera tu voz en el Espíritu.
Cuéntales el Amor que deseas;
di la armonía,
canta las bellezas.

Señala amorosamente la huella.
Aprende del Silencio, la Paz.

¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear. Son un don que proviene directamente de Dios. En la Biblia, el Evangelio de San Juan empieza diciendo: «En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios».

Mediante las palabras expresas tu poder creativo, lo revelas todo. Independientemente de la lengua que hables, tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras.

 No son sólo sonidos o símbolos escritos. Son una fuerza; constituyen el poder que tienes para expresar y comunicar, para pensar y, en consecuencia, para crear los acontecimientos de tu vida. Puedes hablar.

 Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano. Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crea unas situaciones difíciles en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, que sólo engendrará belleza, amor y el cielo en la tierra. Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que imaginas. Toda construcción humana que posees se basa en tus palabras.

Esta la palabra como generador de mundos es tan poderosa, que una sola palabra puede “Activar”,  cambiar una vida o destruir a millones de personas.

La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. La semilla es la palabra, las opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana es muy fértil! El único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil para las semillas del miedo. Todas las mentes humanas son fértiles, pero sólo para la clase de semilla para la que están preparadas. Lo importante es descubrir para qué clase de semillas es fértil nuestra mente, y prepararla para recibir las semillas del amor, de la verdad, del decir Bien (Bendecir), lo puro, lo de buen nombre, lo honesto.

Teniendo en cuenta el pavoroso poder de las palabras, debemos comprender cuál es el poder que emana de nuestra boca. Si plantamos un miedo o una duda en nuestra mente, creará una serie interminable de acontecimientos, conductas y comportamientos generadores de dependencias, adiciones, miedos, fobias, depresiones, angustias… Una palabra es como un flecha  lanzada no tiene reversa va dirigida hacia donde se lanzo.

Todo ser humano puede atar o desatar por medio de las palabras, puede generar barreras a alguien o liberarlo de una palabra mal intencionado. Continuamente estamos lanzando palabras con nuestras opiniones.

Durante nuestra crianza, o domesticación, nuestros padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin pensar. Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo que nos provocaban sus opiniones, como la de que no sirves para nada.

Estas imposiciones de palabras con intenciones equivocadas,  es posible que te lleve a realizar muchas cosas con el único fin de convencerte de que realmente eres alguien  que te dicen que eres. La mente se mueve en cientos de direcciones diferentes y podríamos pasarnos días enteros atrapados únicamente por la creencia en nuestras propias barreras.

Pero un día alguien capta tu atención y con palabras restauradoras te hace saber que no eres lo que te habían dicho. Y el resul¬tado es que dejas de sentirte o de actuar con un pensamiento, comportamientos y conductas equivocados de ti mismo. Se rompe todo la fuerza de las palabras. Y a la inversa, si crees que eres alguien con un propósito la gente afuera te vera de acuerdo a lo que crees de ti y lo proyectas.

Veamos ahora lo que significa la palabra «impecabilidad». Significa «sin pecado». «Impecable» proviene del latín pecatus, que quiere decir «pecado». El im significa «sin», de modo que «impecable» quiere decir «sin pecado». Las religiones hablan del pecado y de los pecadores, pero entendamos qué significa realmente pecar.

Un pecado es cualquier cosa que haces y que va contra ti. Todo lo que sientas, creas o digas que vaya contra ti es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas por cualquier cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte.

Desde este punto de vista, todo el concepto de pecado deja de ser algo moral o religioso para convertirse en una cuestión de puro sentido común. El pecado empieza con el rechazo de uno mismo. El mayor pecado que cometes es rechazarte a ti mismo. En términos religiosos, el autorrechazo es un «pecado mortal», es decir que te conduce a la muerte. En cambio, la impecabilidad te conduce a la vida.

Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo.

Si me amó a mí mismo, expresaré ese amor en mis relaciones contigo y seré impecable con mis palabras, porque la acción provoca una reacción semejante. Si te amó, tú me amarás. Si te insultó, me insultarás. Si siento gratitud por ti, tú la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo, tú lo serás conmigo. Si utilizó mis palabras para manipularte, tú emplearás las tuyas para manipularme a mí.

Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo. Despertando tu conciencia,  llegaras a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero llegar a este despertar a pesar de haber aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los demás, y aún mas importante, al hablar con nosotros mismos. No somos impecables con nuestras palabras.

Las palabras se emplean de un modo totalmente erróneo. Las usamos para maldecir, para culpar, para reprochar, para destruir. También las utilizamos correctamente, por supuesto, pero no lo hacemos muy a menudo. Por lo general, empleamos las palabras para propagar nuestras barreras personales: para expresar rabia, celos, envidia y odio. Las palabras son el don más poderoso que tenemos como seres humanos - y las utilizamos contra nosotros mismos.

Planeamos vengarnos y creamos caos con las palabras. Las usamos para fomentar el odió entre las distintas razas, entre diferentes personas, entre las familias, entre las naciones... Hacemos un mal usó de las palabras con gran frecuencia, y así es como creamos y perpetuamos la vida contraria al bienestar.

Con el usó erróneo de las palabras, nos perjudicamos los unos a los otros y nos mantenemos mutuamente en un estado de miedo y duda. Dado que las palabras es una herramienta generadora de mundos que poseemos los seres humanos y su uso equivocado es contrario a la vida y el bienestar.

Siempre que escuchamos una opinión y la creemos.

Las personas que nos quieren han empleado palabras incorrectas con nosotros, pero no saben lo que hacen. Por ello debemos perdonarlos, porque no saben lo que dicen y  hacen.

La verdad es el aspecto más importante del hecho de ser impecable con tus palabras. La espada tiene dos filos: en uno están las mentiras, y en el otro, está la verdad que tiene el poder de deshacer las imposiciones. Sólo la verdad nos hará libres.

Si somos impecables con nuestras palabras, cualquier veneno emocional acabará por desaparecer de nuestra mente y dejaremos de transmitirlo en nuestras relaciones personales, incluso con nuestro perro o nuestro gato.

La impecabilidad de tus palabras también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lance una palabra incorrecta para tu pensamiento.

Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.

Cuando eres impecable con tus palabras, tu mente deja de ser un campo fértil para las palabras que surgen de las palabras incorrectas,  pero sí lo es para las que surgen del amor. Puedes medir la impecabilidad de tus palabras a partir de tu nivel de autoestima. La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras. Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz.

Puedes trascender sólo con llegar a ser impecable con tus palabras. Ahora mismo estoy plantando una semilla en tu mente. Que crezca o no, dependerá de lo fértil que sea tu mente para recibir las semillas del amor. Tú decides si llegas o no a establecer este principio contigo mismo: Soy impecable con mis palabras. Nutre esta semilla, y a medida que crezca en tu mente, generará más semillas de amor que reemplazarán a las del miedo.

 Sé impecable con tus palabras,  si quieres ser libre, ser feliz y trascender el nivel de existencia de las dificultades. Es muy poderoso. Utiliza tus palabras apropiadamente.

Empléalas para compartir tu amor, empezando por ti. Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para romper todos esos pequeñas  barrearas mentales impuestas que te hacen sufrir.

Imagínate lo que es posible crear sólo con la impecabilidad de las palabras. Trascenderás y llevarás una vida diferente.

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