MASCULINIDADES BIOTRANSCENDENTE

MASCULINIDADES BIOTRANSCENDENTE
Varones en la prevención de la violencia de género. Hombres Renunciando a su Violencia Resinificar la identidad masculina, es cómo nos salimos los hombres de esta trampa que hemos construido.

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jueves, 26 de noviembre de 2015

Masculinidades y Violencia




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6. Masculinidades y Violencia

MASCULINIDADES Y VIOLENCIA
La violencia de género representa uno de los temas de máxima actualidad en nuestro país a lo largo de los tres últimos años. Y sin embargo, no se trata de un tema nuevo sino de una problemática pareja al desarrollo de las sociedades patriarcales y que ahora toma actualidad desde la denuncia pública.
Según las más recientes estadísticas, en España muere una mujer cada tres días a manos de su compañero o excompañero. Las agresiones son continuas y cada vez es más habitual abrir un periódico o encender la televisión y encontrar una noticia de este tipo. Sin embargo, ahora y antes, con mayor o menor visibilidad, la violencia de género no es algo nuevo, ya que se trata de una expresión más del tradicional vínculo desigual entre mujeres y hombres, en el que los segundos ejercen su poder y dominación sobre las primeras, tal como dicta la sociedad patriarcal de la que somos representantes. El poder se emplea como mecanismo de control y dominación de un género sobre otro, y no como fuerza circulante que regula los espacios sociales.
Si asistimos impasibles a estos hechos, cada un@ de nosotr@s, somos cómplices silenciosos de la violencia en nuestra sociedad y de sus consecuencias. Hemos llegado a integrar en lo cotidiano las noticias sobre agresiones domésticas, tal como hicimos con las víctimas del hambre o de las “guerras supuestamente inevitables”. Como simples espectador@s escuchamos en el telediario las cifras de una lucha que se gesta en la puerta de al lado, intentando hacernos insensibles. Olvidamos que podemos promover culturas de paz y que las cosas pueden vivirse de otro modo.
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Erick Pescador Albiach: Sociólogo, Psicólogo Social y Sexólogo. Asociación para la Creación de Vínculos de Equidad.

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Cambio de las masculinidades desde la educación


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2. Cambio de las masculinidades desde la educación


CAMBIO DE LAS MASCULINIDADES DESDE LA EDUCACIÓN
Llevo 9 años trabajando e investigando sobre las masculinidades y su posible cambio hacia espacios de paz y equidad. En los últimos seis años hemos investigado e intervenido a través del «Programa Ulises para la prevención de las violencias masculinas» desarrollado en centros educativos de primaria y secundaria, directamente con el alumnado pero también con todos los agentes socializadores de su entorno (madres, algún padre, profesorado, personal sanitario, funcionariado social, etc.).
Analizando la percepción de las masculinidades y la situación en la escuela observamos que nos encontramos en un difícil momento para los cambios hacia la igualdad entre mujeres y hombres. Apenas estamos recogiendo los frutos de largos años de feminismo y ya se escuchan voces de victoria y complacencia frente a una realidad donde las mujeres supuestamente ya pueden “hacer lo mismo que los hombres” o incluso “más que ellos”.
Sin embargo las futuras generaciones, bañadas en esta ingenua complacencia, han creado una parálisis crónica en el cambio. Es como si lo importante fuera obtener respaldo en el mundo social y laboral aunque ello suponga abrazar las ideologías más tradicionales y patriarcales, aun a costa de maximizar el comportamiento masculino y los valores de los hombres y ahora también de las mujeres. Lo que desde luego no ha cambiado es la ecuación donde lo masculino sumado a cualquier variable es igual a poder.
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Erick Pescador Albiach: Sociólogo, Psicólogo Social y Sexólogo.

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TRABAJO EN REDES SOCIAL DE APOYO Y LOS SERVICIOS DE ESCUCHA “HABLANDO ENTRE HOMBRE AL NATURAL, A CALZÓN QUITADO… EN CUEROS…CUANDO LA ROPA SOBRA”

TRABAJO EN REDES SOCIAL DE APOYO Y LOS SERVICIOS DE ESCUCHA “HABLANDO ENTRE HOMBRE AL NATURAL, A CALZÓN QUITADO… EN CUEROS…CUANDO LA ROPA SOBRA”

Cuando los hombres llegamos por primera vez a un grupo de reflexión buscando quizá ser escuchados sobre algún problema que estamos viviendo, llegamos temerosos, indecisos, desconfiados, difícilmente nos podemos visualizar en perspectiva, solo el momento nos interesa, resolver el malestar que nos genera por un lado lo revuelto que traemos nuestras ideas y creencias, y por otro, lo afectado de nuestro emocionar, como plantea Humberto Maturana, una alteración en la biología del conocimiento y la biología del amar (MATURANA ROMESIN). Lo que no nos damos cuenta es que nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales están en juego, a medida que aprendemos a escuchar a otros, poco a poco aprendemos a escucharnos a sí mismos, iniciamos un proceso creando intimidad, identificando nuestras propias necesidades, pero sobre todo reconocer y legitimar las necesidades de los otros. Descubrimos que es necesario aprender a ser autosuficientes y “HABLANDO ENTRE HOMBRE AL NATURAL, A CALZÓN QUITADO… EN CUEROS…CUANDO LA ROPA SOBRA” Astalo García (*) 2 creando condiciones para nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean (RAMIREZ HERNANDEZ, 2000). Llegamos a un espacio como éste como si cargáramos con una armadura pesada y oxidada, ropajes que nos atan y nos asfixian, estas armaduras que quizá en algún tiempo nos protegieron ahora nos ahogan, nos hacen insensibles, vulnerables, nos separan del contexto en que nos encontramos (KAUFMAN, 2002). Si bien en un principio el tema principal de nuestras conversaciones son los abusos y nuestra violencia o formas de control que ejercemos hacia nuestras parejas, hacia nuestros hijos, poco a poco van surgiendo temas que han cobrado facturas en nuestras vidas, por ejemplo, la paternidad, como hijos o como padres, la identidad, la sexualidad, el trabajo, la discriminación y el desempleo, entre otros, digo facturas porque el ejercicio de estos roles van dejando huella, en la salud de nuestros cuerpos, nuestras mentes y relaciones. Los hombres en los grupos cada quien nos vamos despojando de estas armaduras o vestiduras, a nuestro propio ritmo, pasando de la reflexión a la confrontación, preparándonos para la acción. Este ejercicio de “desnudarnos” y hablar libremente, entre timideces, temores y alegrías implica aprender a deconstruír mandatos sociales y culturales, aprender e incorporar nuevos códigos que nos permita crear espacios sociales más saludables, esto de “quitarnos las ropas” y hablar directo, claro y con gran disponibilidad de escucha, en un principio, es algo figurativo,  pero de una manera sutil, progresiva, sentida y respetuosa logramos despojarnos de nuestras vestimentas, permitiéndonos el contacto directo de nuestros cuerpos concretos, haciendo registro de nuestras sensibilidades y sexualidades, sin requerir palabras dejamos fluir nuestro emocionar, dejamos que nuestros sentires respecto a nuestras marcas hegemónicas, referentes paternos o en relación a nuestros hijos e hijas afloren, identificamos nuestras experiencias con la homosexualidad y la homofobia, revivimos hechos de violencia ejercida o recibida. Las metodologías pedagógicas de la educación popular además de los programas específicos de nuestros grupos, han permitido a través de ejercicios lúdicos vivenciales recuperar nuestra experiencia corporal, nuestra capacidad de amar, aprendemos a ser incluyentes, respetuosos, compartidos, colaboradores cuidadosos y empáticos, aceptar las diferencias. IDENTIDADADES MASCULINAS, MARCAS HEGEMÓNICAS. Los modelos tradicionales de ser hombre exigen a los varones responder en cada una de las etapas de crecimiento a una serie de condiciones que les permita alcanzar las características de “hombre” desde una perspectiva hegemónica centrada en el poder sobre los demás, en la competitividad, en el heterosexismo y con un afán de posesión. Esta historia de socialización de los hombres (Maison des Hommes) (WELZER-LANG, 1997) (GODELIER, 1982) deja marcas en nuestros 4 cuerpos, nuestras mentes y sentimientos. Marcas que hay que identificar y erradicar de nuestras vidas, descubrir nuevos autoconceptos, nuevas formas de definirnos y definir a los demás. A medida que vamos descubriendo los mandatos sociales que nos enmarcan, denigran e incomodan, también identificamos e incorporamos a nuestros procesos nuevos conceptos que los compañeros del grupo y otras personas van teniendo sobre nosotros, se va conformando una nueva identidad, más congruente con nuestro autoconcepto y nuestros deseos. Cuando emergen los liderazgos entre nosotros, validamos nuevas formas de alcanzar objetivos, consintiendo otras posiciones dentro del grupo, aceptando otros líderes, colaborando, apoyando y buscando alternativas. La confianza y el respeto para sí y para los otros da lugar a la apertura para seguirnos explorando. Los juegos y otros ejercicios, nos van permitiendo tener roces corporales y tocamientos que tienen que ver con una nueva experiencia homosocial que luego expresamos en nuevos sentimientos. Poco a poco nuestros deseos de hablar, de compartir nuestras ideas, sensaciones y sentimientos se van haciendo más libres, pero al mismo tiempo surgen expectativas sobre lo que sigue, 5 ¿qué más nos espera en esta nueva experiencia?, inquietudes, dudas, temores…pero además un gran deseo de continuar. VIOLENCIAS RECIBIDAS Y EJERCIDAS. Nuestras historias contadas van matizadas de recuerdos e imágenes de abandonos, humillaciones, miedos infundidos, discriminaciones y rechazos, si bien es sabido, que en más de un 90% de las violencias ejercidas es por parte de los hombres, sin embargo, estas violencias también van cambiando sus características con el tiempo y las nuevas circunstancias, y para un trabajo más integral de nuestras masculinidades creímos necesario hablar también de las violencias de que fuimos y hemos sido objeto. Hablar de nuestra violencia no es suficiente, son hechos que sucedieron en circunstancias que pueden ya no estar presentes, además que son experiencias que están supeditadas a la memoria, a la interpretación y al manipuleo inconsciente o intencionado de quien cuenta el hecho violento (HEARN, 1998) Hacer una representación dramática, un modelamiento de las condiciones en que hemos recibido o ejercido abusos o violencia nos permite conectarnos con nuestro dolor, vergüenza, culpa. Imágenes y recuerdos que ahora se reviven en una atmósfera de respeto y confianza, de acompañamiento y soporte. 6 CONCILIAR CON NUESTRAS PATERNIDADES. El concepto de paternidad dentro del trabajo entre hombres tiene un sentido de doble vía, por un lado nos acompaña nuestro referente paterno, recuerdos, imágenes, ideas y creencias sobre las personas de nuestro sexo que con su presencia o ausencia, cercanía o distancia, afectos o abandonos, nos fueron dando un sentido de identidad de género, pero para muchos hombres también nos asaltan las dudas respecto a nuestras maneras de ejercer la paternidad con nuestras hijas e hijos biológicos o sociales (adoptados). Hablar de una paternidad afectiva, nos lleva a recodar vacíos, carencias, escases de contactos físicos, de nuestra dificultad para demostrar ternura hacia nuestros hijos, un desapego que tratamos de justificar con nuestras horas laborales fuera de casa, pero que nos van llenando de insatisfacción, una insatisfacción que nos conecta con nuestras experiencias tempranas de abandono por parte de nuestros propios padres. Se llega a un momento en que sentimos una gran necesidad de ser arropados, protegidos y acompañados por alguien, esta necesidad se ve cubierta cuando se nos estimula a elegir a un compañero y pedirle, por alguna razón especial, precisamente a él, que nos abrace, fortaleciéndose este abrazo con un abrazo y contacto colectivo, lloramos juntos en este nudo humano. 7 Las medidas correctivas, disciplinarias que se han aprendido y aplicado se manejan en otro momento, cuando hemos identificado el impacto y las heridas que nuestras paternidades nos han dejado. El ejercicio autoritario, horizontal o democrático, se va hablando a través de la historias que cada quien en su momento desea compartir. EXPLORANDO NUESTRAS SENSIBILIDADES Y SEXUALIDADES. Durante el trabajo personal y grupal que se desarrolla en los distintos módulos de estas vivencias, vamos contactando con nuestro emocionar, aún cuando no lo tengamos claro, aún cuando nuestros sentimientos parecieran en ocasiones ser antagónicos y nuestros pensamientos confusos. Pero indudablemente que nuestras sensibilidades están a flor de piel, que es necesario buscar formas de encausarlas, de acomodarlas, es así entonces, como se inicia una exploración de nuestras sensaciones corporales mediante el contacto de nuestros cuerpos concretos, un contacto con nuestros sentimientos que esto nos genera y nos damos el permiso de vivenciar nuestros erotismos, fantasías, sensualidades y sexualidades. El despojo de nuestras ropas nos libera de atavismos, nuestros sentidos se van agudizando, identificamos olores, sabores, colores, sonidos y texturas. Cuando la necesidad de competir, la 8 discriminación, descalificación y las jerarquías desaparecen, la confianza, el cuidado, la solidaridad y el respeto hacen posible aventurarnos a explorar nuestras experiencias con la homosexualidad y la homofobia, el descubrimiento de nuestra auto gratificación, la masturbación, la primera experiencia sexual, el homoerotismo, nuestro lenguaje sexista y la pornografía. Estos aprendizajes entre otros, son requeridos en esta cultura machista para obtener algún día la credencial que nos acredite como “hombres”. Si bien en el trayecto de nuestro trabajo vivencial, hubo tocamientos de nuestras zonas erógenas, de nuestros genitales, accidentales o intencionados, por lo general hay alguna ropa de por medio, en este nuevo nivel, hacemos un círculo, nos desnudamos quedándonos en trusa o calzoncillo, tocamos despacio y con mucho cuidado nuestras manos, la cara, el pecho, pezones, vientre, pene y testículos, nuestras piernas y pies, repitiendo el ejercicio de espaldas. Cuando se ha cuidado el contexto, las circunstancias y la metodología, cuando se ha establecido una atmósfera de tranquilidad, confianza y respeto entre los integrantes del grupo, nos desnudamos por completo, permitimos que las diversas manos nos exploren, haciendo lo mismo con otros cuerpos, hacemos registro de nuestras emociones, escuchamos en silencio los jadeos y respiraciones agitadas, sentimos contactos de manos temblorosas. 9 En este descubrirnos, nos damos cuenta de ciertas zonas que nos generan mayor placer, gratificación, pero también aquellas que nos conflictúan. En estos momentos, nuestros principios, códigos y prejuicios se ponen a prueba, pero en esta ocasión, no es para competir sobre quienes tiene el pene más grandes o más chico, más erecciones, eyaculaciones y penetraciones…sino para iniciarse en un proceso de aceptación individual y colectiva, aceptar los cuerpos, propios y ajenos tal cual. Aún cuando el cuerpo ha sido un instrumento mediático sociopolítico usado por algunos hombres, exhibiéndolo públicamente en completa desnudez, o envuelto en manifestaciones artísticas o publicitarias, no obstante por lo general el cuerpo lo vivimos desconectado de la vivencia de nuestra sexualidad. En esta cultura patriarcal, machista, sexista, homofóbica y heterosexista existe una masculinidad estructural hipervigilante de una doble moral al servicio de la hegemonía. Deconstruír estos mandatos sociales, implica el rompimiento de estructuras ideológicas y la creación de nuevos valores o códigos que nos definan y a partir de esta autodefinición construir otra manera de describir nuestra realidad, en el caso de nuestras sexualidades aprendemos a incorporarlas como parte de nuestra identidad corporal y subjetiva. . 10 Vamos cerrando esta vivencia con un abrazo con cada uno, silencios prolongados, miradas huidizas, nos tiramos al piso, acostándonos y con los ojos cerrados, dejamos fluir nuestros sentimientos, las imágenes inmediatas dan vueltas en nuestras mentes, nos dejamos envolver en algún tema musical hasta que nuestra respiración se acomoda, nuestros cuerpos se distensan, nos vestimos y poco a poco nos incorporamos. Hablar a calzón quitado, en cueros, es una experiencia liberadora, físicamente no hay ya mucho que ocultar, subjetivamente, nuestros pensamientos y creencias se flexibilizan, se aceptan las diferencias y nuestras resistencias se debilitan. A partir de aquí, nuestro hablar se acompaña de escucha, de acompañamiento y empatía, nuestras conversaciones parecieran ser diferentes, las diferencias de pensamiento solo se escuchan y se aceptan. Indudablemente que en los momentos que le siguen a esta experiencia, es necesario dejar que todo se acomode, esperamos un espacio posterior para reflexionar lo sucedido… una vez llegado el momento, hablamos, voluntariamente, sin presiones ni prisas. Aún cuando nos sabemos desnudos corporalmente, nos sentimos arropados, cuidados, con cariño y ternura…la intencionalidad de nuestros pensamientos y nuestros cuerpos no son el daño del otro, aún cuando estos se sujeten, se toquen o se 11 rosen. Se cede ante el otro, se comparte, se integra, se le respeta, esperando igual para si mismo. REFLEXIONES FINALES. Lo expuesto aquí, forma parte de una experiencia más amplia, de ninguna manera sustituye el trabajo que se realiza en el programa para hombres que ejercen violencia hacia sus parejas, o el de masculinidades, estos ejercicios tienen un formato de taller que se desarrolla simultáneamente con los programas específicos, por lo general, son 40 horas distribuidas en fines de semana, buscando los espacios disponibles por los hombres, sin que afecte sus actividades de trabajo y de convivencia familiar. A lo largo del trabajo entre hombres, nos damos cuenta que nuestras conversaciones están matizadas de relatos en donde nuestras relaciones con nuestra pareja, con los hijos o con otros hombres por un lado están caracterizadas por encuentros, arrebatos, alegrías, repartos, satisfacciones, vivido como positivo, y por ende, difícilmente lo compartimos de inicio, y por otro, lo que aparece es ese contacto de lo vivido como negativo, como son desilusiones, abandonos, traiciones, heridas e incomprensiones y resentimientos. Nos hemos dado cuenta que un dato común a todos los hombres no es el episodio final de la violencia, sino lo que la precede, la concepción de la pareja, del amor, de la relación, la falta de reconocimiento de la otra persona coincide con la pérdida de una percepción real de sí mismos. Aparece una dificultad para aceptar la diferencia, como dice Marco Deriu, 2009, “Todas estas vivencias no son experiencias en sí mismas, sino etapas de una maduración, necesarias para aprender a amar, para ser capaces de entrelazar el propio deseo 12 con el de otra persona, sin ahogar a ninguno de los dos, aprender a coincidir y separarse, a establecer acuerdos en la proximidad y en la distancia, ambas cosas son juntas, condiciones del amor”. Consideramos entonces la importancia de la alteridad, descubrir los límites propios y ajenos, romper con la simbiosis, buscar nuestra autonomía y autosuficiencia y reconocer al otro, a la otra en su condición de otro(a) que no soy yo. Los cuatro temas abordados en estos talleres, Identidades Masculinas-Marcas Hegemónicas, Violencias Recibidas y Ejercidas, Conciliar con Nuestras Paternidades y Explorando Nuestra Sensualidad y Sexualidad, han sido temas recurrentes en los programas de violencia y masculinidades, y que para no desviar la atención ni disminuir nuestra responsabilidad de parar nuestra violencia hacia nuestras parejas, otros miembros de la familia o hacia otros hombres, fue necesario abrirnos nuevos espacios en donde poder respirar mejor, mirarnos a los ojos y respetarnos mutuamente entre hombres, un grupo en dónde identificar nuestros roles, analizarlos, evaluar su dimensión y eliminarlos, al cumplir con estos roles nos limitamos, nos oprimimos a nosotros mismos, motivos por los que necesitamos liberarnos del sistema de opresión y apoyar a las mujeres para que también se liberen de sus roles. El proceso de deshumanización o “condicionamiento masculino” ha sido una dura, larga, sistemática y traumática parte de nuestra niñez, con el fin de que perdiéramos el contacto con nuestra humanidad de un modo especial, solo entonces estaríamos dispuestos a no considerar la humanidad del resto de seres humanos, y poder, así, dañarlos y oprimirlos, en este condicionamiento reside la clave del machismo masculino. 13 Una estrategia del sexismo en este sistema patriarcal y machista, es no permitirnos crear conciencia de cómo nos oprimimos, ni tampoco cómo oprimimos a las mujeres y a otros hombres. No nos damos cuenta del nivel de maltrato que generamos y ejercemos sobre el resto de las personas, de sus efectos en la vida de los demás y en la propia (ODRIOZOLA EZEIZA, 2007) Cada uno de los temas abordados en los talleres, es vivido por los hombres dentro de un Sistema de Creencias que marca las pautas de comportamiento de manera diferenciada entre ellos, relaciones caracterizadas por una asimetría, en donde el ejercicio del poder y control determina quienes y en qué circunstancias se imponen a otros, quienes obedecen, quienes se incluyen y quienes no. Identidades Masculinas-Marcas Hegemónicas.- Reconocer los daños que los mandatos sociales han hecho en nuestro autoconcepto y eliminarlos e incorporar valoraciones que nos dignifican contribuye a la creación de nuevas identidades más congruentes. A lo largo de nuestras vidas, se nos van adjudicando términos que implican cadenas de comportamiento y actitudes que respondan a las expectativas de quienes nos los designan, que seamos valientes, callados, responsables, duros, cuando pretendemos salirnos de estas definiciones generamos malestar, pero se requiere hacer visible aquellos conceptos que nos incomodan o dañan y descubrir nuevas formas de comportamiento que sean más congruentes con nuestra manera de pensar y sentir y fomentarlas. 14 Violencias Recibidas y Ejercidas.- Hablar de nuestra violencia no es suficiente, mucho menos hablar de ella como si fuera cuestión de otras personas, reconocer que los hombres que hemos ejercido violencia, también hemos recibido abusos y violencias por parte de alguien que en la mayoría dice querernos. Cuando representamos el hecho violento que hemos vivido como agresores o sobrevivientes, reconstruimos la vivencia en un nuevo escenario, quizá más seguro, menos amenazante y con otros aprendizajes que nos permite aceptarlo y resinificarlo. Conciliando con Nuestras Paternidades.- En este espacio, se identifica una mayor fragilidad y dependencia psicológica y de una menor autonomía por parte de los hombres, la titularidad que proporcionan los roles de la paternidad como proveedor y jefe de familia, aún cuando no haya que proveer o cuando se esté ausente de la misma, es un privilegio que pocas veces nos cuestionamos y que aunque nos vivamos agobiados por ejercer esta titularidad, nos resistimos a renunciar a ella. Darnos la oportunidad de pedirle a un compañero del grupo que nos arrope, que nos abrace y acompañe nos causa dificultad, pero una vez que lo hacemos, surgen sentimientos de acogimiento, protección y cuidado que nos hace sentir bien. La paternidad por lo general se plantea como una preocupación por los posibles daños que nuestra violencia este ocasionando en los hijos, difícilmente identificamos nuestra propia vivencia en relación a la forma de paternar de nuestros padres, menos aún de otras figuras paternas significativas que nos rodean en nuestro crecimiento y que también influyen en nuestra identidad de rol y en nuestra autoestima. Explorando Nuestra Sensibilidad y Sexualidad.- Por lo general el tema de la propia sexualidad es evadido durante el trabajo en los 15 grupos, se aborda a la salida, en otro espacio, y se hace entre bromas y risas o se desvía hacia temas de homosexualidad de los otros. Nos permitimos en este nivel de trabajo personal experimentar nuevas sensaciones y explorar nuestra sexualidad cuando vivimos en un sistema heterosexista, en donde los hombres estamos cargados de imágenes de una genitalidad sobreestimada y subestimada al mismo tiempo, aprendida en las conversaciones homosociales sobre penes enormes y pequeños, erectos, dispuestos a eyacular casi siempre. En este módulo, nos convertimos en unos irreverentes, permitiéndonos ser quien somos, sin pretender demostrarlo a nadie, aceptamos nuestra morfología, nuestras limitaciones, estatura y color del cuerpo, tamaño de los pezones, del pene o de testículos, sin tener que angustiarnos. Nuestra vivencia homosexual, bisexual u heterosexual, nuestra homofobia y discriminación, son visibilizadas y aceptadas como parte de nuestra identidad. El tocar nuestro cuerpo y el de otros hombres, pero además ser tocado por otros, son experiencias que inician una nueva construcción en la vivencia de nuestras sexualidades. Durante nuestros procesos en los grupos o en los talleres, los hombres hablamos de nosotros y de nuestro contacto con el mundo exterior, gradualmente vamos hablando de nuestro mundo interno, y vamos entendiendo y ejercitando un tipo de relación diferente con las personas que convivimos (Relaciones Puras), que Anthony Gidenns, define como relaciones no dictadas por obligaciones sociales y económicas (obligaciones sociales, valores religiosos, proyectos familiares, cálculos económicos, relaciones de poder y coerción) (DERIU, 2009). Al hacer nuestras reflexiones finales después de los talleres, al escucharnos, nos damos cuenta de que cada módulo nos deja 16 aprendizajes nuevos, sentimientos a flor de piel por las experiencias vividas algunas nos parecen agradables, otras desagradables, que no nos gustaron o nos incomodaron, nos confirman alguna idea o nos confunde, expresamos relajamiento, tensión o deseos de dar seguimiento a aquellos aspectos que nos inquietaron o bien que nos generaron placer y satisfacción. Nos damos cuenta que la falta de reconocimiento de la otra persona, coincide también con la pérdida de una pérdida de una percepción real de sí mismo. La incomodidad, los conflictos, las angustias y desajustes que emergen en esta experiencia de hablar entre hombres a calzón quitado, en cueros…son interpretados como señales que algunos aprendizajes que nos fueron útiles, dejaron de serlo. Que hoy nos dañan. Hacer un despliegue de nuevas imágenes de nosotros mismos, a partir de distintas visiones posibles de nuestra historia, afianzará nuestras capacidades de modificación y transformación. Enfrentarnos a lo desconocido y a las vicisitudes que surjan, nos pondrá en contacto con el desafío de estar vivos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. (*) Director del Colectivo de Hombres Nuevos de la Laguna, A.C Torreón, Coahuila, México. DERIU, M. (2009). "Amor y Reconocimiento: La Violencia Masculina y el Sentido de Nuestras Relaciones". GODELIER, M. (1982). "What is a sexual act? Antropological Theory, Vol.3, No.2, SAGE Publications , 179-198. HEARN, J. (1998). "The Violences of Men". London: SAGE Publications. KAUFMAN, M. (2002). "Cracking the Armour" Power, Pain and the Lives of Men. Toronto, Canada: Viking. 17 MATURANA ROMESIN, H. V.-Z. "Amor y Juego: Fundamentos Olvidados de lo Humano". Desde el Patriarcado a la Democracia. ODRIOZOLA EZEIZA, P. X. (2007). "El Sexismo, La Masculinidad de los hombres y su liberación". Donostia: EUSKAL Herria. RAMIREZ HERNANDEZ, F. A. (2000). "Violencia Masculina en el Hogar". México, D.F.: Pax México. WELZER-LANG, D. M. (1997). "Les abus dits sexueles en prision: Une affaire d'hommes". Les Traboules, Association de

domingo, 22 de noviembre de 2015

MASCULINIDADES











Involucramiento de hombres en las intervenciones colectivas re-educativas y de Prevención De La Violencia Contra Las Mujeres y Otros Hombres que puedan trabajar con otros varones iniciativas formación, reflexión, investigación que promueva la disminución y erradicación de todas las formas de violencia de género en Barrancabermeja, Santander Colombia 2016.

Involucramiento  de hombres  en las intervenciones colectivas re-educativas  y de Prevención De La Violencia Contra Las Mujeres y Otros Hombres que puedan trabajar con otros varones iniciativas formación, reflexión, investigación que promueva la  disminución y erradicación  de todas las formas  de violencia de género  en Barrancabermeja, Santander Colombia 2016.

Objetivo General:

Desarrollar acciones de intervenciones concretas colectivas/ individuales que involucren a los hombres en procesos de formación, reflexión, investigación, comunicación que promueva la prevención y lucha contra la violencia de género para, disminuir y erradicar todas las formas  de violencia Contra Las Mujeres y Otros Hombres a través de la Iniciativas de HombresRed de MASCULINIDADES Biotranscendentes Online con enfoque de género en Barrancabermeja, Santander Colombia 2016. 


Objetivo Específico:

1.      Diseñar la Configuración  de una estrategia a través de la Red de MASCULINIDADES Biotranscendentes Online con enfoque de género, diferenciada que permitan los entrenamiento y encuentros vivenciales de hombres que renuncian a la violencia como una propuesta de intervención pedagógica en el procesos de formación Individual y colectiva de exploración,  investigación  y reflexión,  sobre el sentidos que tiene “ser hombre” y participar en la disminución, erradicación y prevención de todas las formas  de violencia Contra Las Mujeres y Otros Hombres. en  Barrancabermeja Santander Magdalena Medio Colombia.

2.      Crear redes y grupo de apoyos como promotores sociales que puedan trabajar con otros varones la pedagogía y   los entrenamientos vivenciales con enfoque de género para, disminuir y erradicar todas las formas de violencia de género.

Metas Corto Alcance: Proyección a Diciembre 30 del 2016
100 hombres renunciando a la violencia

Disminuir y erradicar al 5% todas las formas  de violencia



Haber realizado (4) Cuatro entrenamiento y encuentros vivenciales de hombres en procesos de formación, Contra Las Mujeres y Otros Hombres en Barrancabermeja. En cuatro (4) bloques  de 4 secciones, 8horas de entrenamiento, 30 participantes.


Actividades

Actividad Informe técnico del proyecto
Presentación de la propuesta
Concertación con la población objetivo

Actividad Capacitación

Proceso de formación en 4 bloques,  de 4 secciones, 8 horas de entrenamiento, 25 participantes.

Temas: Talleres  pedagógicos de entrenamientos vivenciales para explorar el sentidos que tiene “ser hombre”  en Barrancabermeja. ¿Cómo involucrar a los varones en la prevención de la violencia de género?

Resinificar la identidad masculina, y el replanteamiento de los patrones de género, la violencia contra las mujeres y violencia entre hombres, pautas de crianza, Salud preventiva masculina, sexualidad y erotismo, paternidad, derechos humanos, masculinidades en Biotranscendencia, políticas públicas de Género y Equidad.

Estrategia: talleres como entrenamiento vivencial, Cine foros, Conversatorios, conferencias… La dinámica individual / grupal: Se organiza de acuerdo a los requerimientos de los participantes, teniéndose en cuenta sus características, síntomas,  postura, peso, tendencias, hábitos, etc.

La forma de integración del grupo:

*        Te Percibo (te veo, oigo, siento) con mis canales sensoriales limpios, imparciales, atentos.
*        Me Aproximo para atenderte (generar preguntas acerca de la diferencias y semejanzas).
*        Te Entiendo (acepto tu especificación conductual como ser humano independiente). Separo tu acción de tu esencia.
*        Te Respeto (acepto y tolero) los acuerdos y desacuerdos generados en las diferentes comunicantes. Comparto y celebro las semejanzas y compatibilidades. Derivo consecuencias a partir de tales semejanzas y compatibilidades en pos de logros específicos dentro de direcciones aspiradas y soñadas.
*        Te Afirmo en mis palabras: Utilizo el lenguaje en forma clara y limpia como vehículo para co-crear nuevas realidades contigo y sin ti.


Voluntad de participación en las Técnicas y Concentración: Algunos ejercicios son:

ü  Estar sentado
ü  Estar acostado
ü  Sentir el cuerpo vacío
ü  Ser guiados
ü  Sentir el cuerpo vacío, solo y acompañado
ü  La respiración inteligente conectiva integradora.
ü  Actividades de apoyo: Abrazos, contacto

Materiales de apoyo y Requerimientos:

-     Auditorio
-     Video Beam y portátil

-     Sonido, Vibranzas, Ritmo-Música

-     Implemento Visuales (Vendas para los ojos) Implemento táctil

-     Ropa adecuada

-     Grupo pequeño (máximo de 30 personas)


Actividad conformación de red de apoyo y grupo de reflexión

-          Convocatoria abierta según criterios del proyecto
-          Establecer (Ra) Red de apoyo (Gr) Grupo de apoyo en academia, instituciones, ONG, Iglesias

Fuentes De Verificación: -Informe técnico del proyecto, registro de Registro de Asistencia, registro fotográfico, Fichas de evaluación, Fichas de seguimiento, informes final.

Unidades hacia las cuales se dirige las acciones de intervención: este proyecto trabaja con hombres  Cien (100) Hombres que viven en el municipio  de Barrancabermeja en zona urbana y rural  a partir de los 18 años, sin ninguna restricción de estado civil, o condición socioeconómica, por razonase de raza, color, religión u orientaciones sexuales.  Que tome en consideración nuestro público objetivo, la procedencia de los hombres, la característica social demográfica (edad, nivel de educación, situación laboral etc.)


Trabajo con varones como una estrategia de prevención de la violencia.

Rutas de intervención  en Masculinidades: Involucrando Hombres En La Equidad De Género.

Trabajo con varones como una estrategia de prevención de la violencia.

Aplicar en un proyecto piloto como Proceso de formación de promotores sociales varones expertos en masculinidades con enfoque de género, que puedan trabajar con otros varones para disminuir y erradicar todas las formas de violencia de género del cual requerimos conocer y sistematizar avances y errores, para que luego permita dar paso a la construcción de políticas de prevención de la violencia contra las mujeres.

Desarrollo de redes de varones Iniciativa de hombres que renuncian a las violencias.

Desarrollar estrategias políticas que movilizaran a los hombres para modificar las relaciones desiguales entre los géneros e “Involucrar a hombres y niños en la reducción de la violencia de género”

Acciones estratégicas para promover cambios en la concepción del rol del hombre, adolescente y/o niño en el tema del autocuidado en salud sexual y reproductiva, la paternidad responsable, la prevención del embarazo adolescente y la inclusión de la igualdad de género en la educación sexual, así como su involucramiento en salud reproductiva y prevención de la violencia de género.

Diseñar y Desarrollar el Manual de formación para promotores sociales varones expertos en masculinidades con enfoque de género y Prevención de la Violencia Basada en Género y sus respectivas  sesiones de réplicas realizadas por los líderes varones capacitados.

Desarrollar actividades comunicacionales comunitarias de prevención de la violencia contra la mujer

Estas acciones es uno de los primeros pasos que configuraran una estrategia de intervención ventajosa, que debe partir de la capacidad de respuesta del Estado,  y sus diferentes instituciones en trabajar la problemática de la violencia.

Varones en la prevención de la violencia de género.

La violencia no es un problema de las mujeres, sino que es un problema para las mujeres, y si bien, la atención debe seguir siendo preferente hacia las mujeres, debe incorporarse a los varones a fin que renuncien a su violencia y sean partícipes activos de la construcción de un nuevo significado de ser varón, más equitativo y democrático, más afectivo, más autónomo frente a las presiones sociales.

La propuesta de involucrar a los hombres no es nueva, desde mediados de la década de 1990 dos conferencias mundiales de las Naciones Unidas —la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo de 1994 y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995— y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (1995) marcaron un quiebre importante, al instar de manera sucesiva a los Estados a desarrollar estrategias políticas que movilizaran a los hombres para modificar las relaciones desiguales entre los géneros. Posteriormente, más específicamente, la 48 Sesión de la Comisión que monitorea el cumplimiento de la CEDAW recomendó a los Estados: “Involucrar a hombres y niños en la reducción de la violencia de género” (2004).

En el Plan de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD, 1994), se establece un apartado específico sobre la responsabilidad y participación de los hombres en el logro de la equidad entre los sexos como parte del Capítulo IV “Igualdad y equidad entre los sexos y empoderamiento de la mujer”, en donde se promueve la participación del hombre en todas las esferas de la vida familiar y en las responsabilidades domésticas.

La violencia masculina actualmente es objeto de investigación en diferentes países, y desde la academia y la sociedad civil se han iniciado campañas y programas de prevención con el objetivo principal que los varones tomen conciencia de los impactos negativos en sus propias vidas y en las de sus seres queridos, en la sociedad y el desarrollo, del ejercicio de su violencia, como corolario de una concepción y práctica machista, sexista, misógina y homofóbica de ser hombre. Con la idea de que la violencia masculina contra las mujeres, contra otros hombres, o contra los niños no es un comportamiento natural ni biológico. La violencia es algo que aprendemos en la escuela, en la familia, o en otros espacios de socialización.


Diseño de políticas públicas que contribuyan a eliminar la violencia de género, incluyendo a los hombres junto a las mujeres como protagonistas de ese esfuerzo.

Capacidad de respuesta pública y privada en la región, de trabajo con varones, e igualmente, se hace necesario ante el desafío de trabajar estrategias desde el Estado, que sean sostenibles y articuladas con los sectores sociales.

Resulta crucial involucrar a los varones de manera responsable y comprometida en labores de prevención de la violencia de género, buscando un efecto multiplicador principalmente en sus pares varones para acelerar los procesos hacia la igualdad de género y una vida libre de violencia contra la mujer. Es necesario que los varones del mundo sean conscientes que esta masculinidad hegemónica no solo les otorga privilegios sino también costos y malestares. Pues, a la par que los varones se van llenando de poder, se van aislando emocionalmente y rompiendo vínculos afectivos con sus seres queridos. Trabajar en una nueva masculinidad va a implicar para los varones una oportunidad de ser más sensibles, equitativos, respetuosos, libres para expresar sus sentimientos, responsables en la educación y una crianza cercana de sus hijos/as, conscientes de su rol de padre-progenitor en toda su amplitud, entre otros puntos.

Estamos utilizando la paternidad como camino hacia relaciones menos violentas

Nos hemos propuesto hacer que los hombres también sean sujetos de la política pública de prevención y erradicación de la violencia de género, haciendo de ellos parte de la solución y no solo considerándolos como parte del problema.

Llegar a los lugares de trabajo
Clubes de fútbol.
La escuela, los colegios y  las universidades
Centros de detención
Centros del Menor infractor
Cuarteles ejército

Escuelas de formación de la policía